En Bilbo llevamos años padeciendo las imposiciones que desde Madrid se han planteado y que debido a la sumisión del PNV y su cabeza visible Iñaki Azkuna, han podido materializarse.
En Bilbo Azkuna gobierna de forma autoritaria y sin tener en cuenta la opinión y la sensibilidad de las personas que vivimos en esta nuestra ciudad. El desprecio que muestra el alcalde que nos ha tocado sufrir, hacia todo lo que signifique Euskal Herria y potencie o subraye el carácter euskaldun de nuestro territorio, es palpable en el día a día de nuestro Ayuntamiento.
En Bilbo Azkuna y el PNV gobiernan mirando más a Madrid que a Euskal Herria. La colocación de la rojigualda en el ayuntamiento, fue el punto de inflexión que necesitaba el alcalde para justificar subirse a la ola españolista. Y de ese modo multiplicar la celebración de congresos españoles en el Euskalduna, plantear el paso por Bilbo de la Vuelta Ciclista a España, presentar a Bilbo en Fitur de la mano de Grande Marlaska, un bilbaino que ha encontrado su acomodo en la Audiencia Nacional , heredera del régimen franquista, promover que Bilbo sea sede de la final de la copa del Rey español de baloncesto o solicitar en repetidas ocasiones que la selección española de fútbol juegue en San Mames. La última acción para seguir uniendo Bilbo a España, ha sido realizar el sorteo de la Lotería Nacional Española en Bilbo el próximo día 5 de Febrero.
Más allá de la opinión que nos pueda merecer la Lotería Nacional Española, en cuanto a sus objetivos recaudatorios para el Estado español en una situación de grave crisis estructural y de empobrecimiento de grandes capas de nuestra sociedad, queremos recalcar que realizar el sorteo de la Lotería Nacional Española en Bilbo no es más que la constatación de la estrategia diseñada por el PNV y que Azkuna gestiona a pies y juntillas, para situar a Bilbo en parámetros de ciudad española y españolista. Con lo que ello supone de menoscabo de la identidad euskaldun y euskaltzale que posee nuestro botxo, la ciudad más grande de Euskal Herria.
Desde la izquierda abertzale ni entendemos ni compartimos esta obsesión de Azkuna y del PNV por asimilarse y homologarse a las ciudades españolas. Muchas veces no sabemos si Azkuna es alcalde de Bilbo o de Burgos o Santander.
Parece que el mensaje derrotista del PNV es, “que sería de Bilbo sin España”, y ante esa posibilidad, han iniciado una desesperada carrera para españolizar nuestro botxo. No vamos a dejar que Azkuna siga siendo un señorito español en Bilbo. Porque ni gobierna para todas las personas que vivimos en esta ciudad, ni respeta las sensibilidades y aspiraciones abertzales y soberanistas de nuestro botxo.